Club de San Andrés

El Club de San Andrés: una experiencia de aprendizaje para nuestros alumnos

El Club de San Andrés es un  proyecto  creado en el 2011 con el objetivo de generar vínculos  entre la escuela y la comunidad en la que se ubica.  El proyecto inició cuando Joni Rogan, maestra de Lancaster,  al  convivir con personas de la región  y platicar sobre las necesidades de los niños que habitan en la misma,  decidió  trabajar con sus alumnos   en conjunto con miembros de la colonia con el fin de promover el desarrollo de los niños/as de San Andrés y de los pueblos aledaños. Al inicio, el club se llevó a cabo los sábados por las mañanas en la Cerrada de Juárez, ubicada en de San Andrés Totoltepec. Algunas personas de la localidad ayudaron con la promoción del proyecto entre los vecinos. En un principio, alrededor de 10 alumnos y maestros de la escuela asistían con regularidad a jugar en las calles y  a enseñar matemáticas y lectoescritura en la cerrada. Conforme pasó el tiempo,  el Club se fue haciendo cada vez más grande; más miembros de la escuela y de la comunidad se sumaron al proyecto. Por este motivo los  alumnos propusieron  que se llevara a cabo en las instalaciones de la escuela;  este cambio permitió que más voluntarios y familias se integraran, así como que las actividades se diversificaran y que se aprovecharan al máximo las instalaciones del Lancaster.

La mayor parte de los  niños que asisten al Club viven en San Andrés Totoltepec, uno de los 8 pueblos originarios de Tlalpan, una zona que se caracteriza por su riqueza en tradiciones y costumbres. Al igual que en muchas zonas de la ciudad  los servicios públicos son deficientes: algunas calles no están  pavimentadas, hay pocos espacios de recreación y esparcimiento, así como  un déficit en los servicios educativos, sobre todo en los niveles preescolar y secundaria.  El Consejo Nacional de Población (2000), clasifica a San Andrés Totoltepec  oriente y poniente con un índice de marginación alto y muy alto,  respectivamente.  Ante esta situación, buscamos  que el Club de San Andrés funcione como un factor protector que coadyuve a promover la resiliencia  en los niños a través facilitar espacios de juego no violento y aprendizaje  que les permitan desarrollar su creatividad, responsabilidad social y crecimiento personal.

Por otro lado, el proyecto también pretende que los alumnos de Lancaster, a  través del intercambio con los niños y sus familias, amplíen su bagaje de experiencias, desarrollen habilidades socioafectivas  y experimenten nuevas formas de ser y de vincularse con otros.

Actualmente el Club de San Andrés está conformado por alrededor de 55  niñas (os) y adolescentes de entre 4 a 16 años y 25 miembros del Lancaster. Se diseñan y llevan a cabo actividades deportivas, académicas y artísticas encaminadas a la promoción de factores protectores en los niños. La escuela apoya con transporte para facilitar que los niños lleguen a las instalaciones y puedan regresar a sus casas.

Tuve el gusto de incorporarme como coordinadora del proyecto desde agosto del 2013 y desde entonces he buscado que el Club de San Andrés constituya un espacio de crecimiento y aprendizaje para todos. En este ciclo continuamos con clases de arte y ciencias y tuvimos proyectos nuevos como el periódico comunitario hecho por los  niños y adolescentes de San Andrés Totoltepec quienes  investigan y escriben reportajes y noticias de su colonia con el apoyo de los alumnos de Lancaster que fungen como sus tutores. El resultado ha sido muy satisfactorio, cada vez más niños se incorporan al proyecto, investigan, hacen entrevistas, dibujan y escriben no sólo los sábados en la Escuela, sino también en sus casas con apoyo de sus papás.

Por otro lado, el semestre pasado un grupo de adolescentes de secundaria pidió apoyo para repasar para el examen de ingreso al bachillerato. Camila, Natalia, Yamile y muchos otros alumnos de la Escuela dedicaron martes y sábados  a revisar  guías de estudio, planear e impartir las clases.

Continuamos con el apoyo escolar los martes, ahora no sólo contamos con voluntarios de F5, L6 y U6, sino que un grupo de alumnos de F4 colaboran en el proyecto desde finales del semestre pasado.  ¡Cada vez contamos con voluntarios más jóvenes!

Este año también colaboramos con alumnas de la Facultad de Psicología de la UNAM, quienes desarrollaron talleres sobre la promoción del Buentrato con los niños del proyecto y un taller reflexivo con mamás de adolescentes del pueblo. Por otro lado, una alumna de la UP realizó actividades para fortalecer el autoconcepto de los niños. Las mamás han mostrado entusiasmo en participar en estas actividades y han reportado cambios positivos en sus hijos.

¡Festejamos mucho! Cumpleaños, Navidad, el Día del Niño y con  orgullo y tristeza, el pasado 10 de junio despedimos a Denise y a los alumnos que terminan la prepa e inician nuevos proyectos. Los niños les presentaron obras de teatro hechas con ayuda de los voluntarios más jóvenes y tuvimos un convivio de despedida.

Para mí ha sido muy gratificante trabajar con la comunidad de San Andrés Totoltepec y con los Voluntarios de la Escuela de Lancaster. Espero que el próximo año sigamos creciendo y aprendiendo y que se mantenga siempre el gusto por compartir y crecer como Comunidad. Trabajar en Lancaster es un honor, ya que como dice Rox, alumna del proyecto PEC y  mamá de Edith, Hugo y Rubén del Club de san Andrés, Lancaster  “es la única escuela que conozco en donde el respeto es lo principal”.

Beatriz Macouzet Menéndez

Coordinadora del proyecto

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